Miel de Alta Montaña 980 grs
Esta miel no proviene del néctar de una sola flor, sino que tiene un origen botánico muy variado: esparceta (Onobrychis sp.), trébol (Trifolium sp.), rododendro (Rhododendron ferrugineum), orégano (Origanum vulgare), matalahúga (Pimpinella anisum), zarza (Rubus ulmifolius Schott), cardo panical (Eryngium sp.) y regaliz de montaña (Trifolium alpinum).
Tiene un color ámbar claro, un aroma intenso y persistente y un sabor intenso en la boca, en función de las especies de las que proviene el néctar que la conforman. En las mieles de esta variedad, existen diferencias importantes según la zona y la altitud de recolección.
Es una miel muy rica en sales minerales y enzimas, antirreumática y muy indicada para problemas respiratorios y afecciones de las vías urinarias.
Producción:
La miel de prado de alta montaña la producimos durante los meses de verano en los valles de los Pirineos a una altitud superior a los 1.200 metros, donde nuestras abejas sufren poco calor y disfrutan de agua fresca y de la retahíla de flores que van abriéndose a lo largo de los meses cálidos.
Cristalización:
Su cristalización es fina, prácticamente cremosa, y se torna de un color blanco opaco. También podemos modificar su textura y hacerla más líquida si la calentamos a menos de 40 °C al baño maría.